Despregasrrenteado

Azul de embrión a lo profundo has trepado.
Deshaz. ¡La campana ha de agobiar!. En el
ruido crepitando bajo kilómetros de luz, de
nacimientos arduos. Azul inerte al ciclón en
letras lamerás desde el pie único (llegar será
el pecado). Y el discurso en la calle timbra, añade
hombros (los hombres) que sucitan. Has hecho
estrofas, azul estrecho, las que entre cardos
glabros inauguran tu zócalo pintado
y la semilla del bombón insípido. Pomposa
deformidad.
Ser algo encima, al diverso monótono, ser la
cascada azul, necios títeres. Ser papel de
blanca boda o reacia comadre, ¡o ser!. Tu
lámpara vidriada, azul incógnito, ve que potencia
su madre arma: es la mirada (o celofán) teniéndolo
todo con manos de cielos, con el pigmento de mil
iris dueñas de milenios. Desgarrado presente.
Y así, más látigos punzando solo indican
de reos dinastía